Que el sexo anal es una experiencia placentera para hombres y mujeres no es una novedad. Que no es una experiencia exclusiva de hombres homosexuales, toda una certeza. Que puede ser parte de tus sesiones de autoerotismo y masturbación, toda una sugerencia. Y en todos los casos …toda una experiencia!!
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Una de las principales causas para que las personas no exploren el placer anal (más allá de los prejuicios o tabúes, o la posibilidad de sentir dolor), es el pudor por lo que pueda salir de ese lugar.
Pensamos, qué vergüenza si estás intentando por primera vez que tu pareja te penetre, y cuando te relajas o logras dejar a un lado los pudores como para permitirte explorar y disfrutar del momento… ocurre aquello que temías y que no era parte del plan…
O cuando usas tu dildo o vibrador preferido para disfrutar de un rato a solas y…
Claro. El momento puede ser más o menos complicado, jocoso, incluso divertido, o toda una lata. ¿Te ha pasado? 😱
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¿Cómo prevenir los “accidentes”?
Muy simple. En Fetish disponemos de juguetes y accesorios para una diversidad de prácticas sexuales entre ellas dispositivos de higiene íntima que pueden ser del tipo peras para enemas, o dispositivos que se acoplan a la manguera de tu ducha. Esta últimas tienden a ser más efectivas por su facilidad de instalación y uso, el menor tiempo que requiere el proceso de limpieza, ocupan poco espacio y puedes llevarlas a cualquier parte de manera discreta.
Primero relajarse y sacudirse los pudores. Esto es simple y sumamente útil.
1. Instala el dispositivo. Saca el “teléfono” de la ducha y enrosca el accesorio a la manguera.
2. Controla la temperatura del agua. Que esté tibia. Piensa que debe tener una temperatura confortable.
3. Reduce la presión del agua. A menor presión más confortable.
4. Siéntate en la orilla de la tina, o en cuclillas dentro de tu ducha.
5. Posiciona la ducha justo fuera del orifico anal, deja que entre el agua unos segundos y retírala. (La temperatura relajará el esfínter y luego podrás introducirla un poco si lo deseas).
6. Expulsa el agua de la cavidad rectal y repite hasta salga limpia. (Te llevará unos minutos).
7. Descansa unos minutos y repite. (Si crees que es necesario).
• Importante: Tómate tu tiempo.
• Ya sabes. No es necesario insertar completamente el dispositivo para realizar un lavado perfecto.
• Recuerda que un exceso de agua puede no ser mejor. Lo que deseas limpiar es sólo la parte final del recto.
• Ve explorando. Aprenderás muy rápido. Incluso podrías descubrir una curiosa forma de placer.
• Cuando el agua salga limpia y te sientas bien, termina e higieniza adecuadamente el lugar.
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Te sorprendería saber que cuando no te preocupas de los “accidentes”, el esfínter puede relajarse con confianza para sentir y explorar las más diversas posibilidades de placer que ofrece el sexo anal, haciendo que el dolor sea solo un mito, o no pase más allá de una molestia muy menor. Y si aun te complica este aspecto, puedes probar alguno de nuestros relajantes anales en la sección Sexo Anal
Ve y compra tu ducha anal en el catálogo y luego, juega si ningún apuro (ni pudor).
TIP: También puede interesarte revisar otros accesorios para el Sexo Anal u otros artículos sobre el tema en nuestra magazine.
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Con la mano o con el pié, del derecho o del revés. Sujete el plátano, menee el cimbel...